Desde finales de junio el promedio diario de casos nuevos de Covid-19 aumentó en más de un 300% en ese distrito.
El número de dosis de vacunas que se administran por día en la ciudad de Nueva York se redujo a menos de 18.000 en julio, pero a principios de abril se aplicaban más de 100.000 por jornada. Aproximadamente el 65% de las personas de más de 18 años recibieron el esquema completo.
Mientras tanto, el número de casos aumentó durante semanas y los funcionarios de salud dicen que la variante Delta representa aproximadamente siete de cada 10 casos nuevos.
Si bien la vacunación no será obligatoria, con esta medida los funcionarios esperan que los inconvenientes y la incomodidad de las pruebas semanales convenzan a muchos de superar la renuencia a vacunarse. Y para el público general queda el incentivo monetario en efectivo o en vouchers.
“Se trata de nuestra recuperación. Se trata de lo que tenemos que hacer para recuperar la ciudad de Nueva York. Se trata de mantener a las personas a salvo”, explicó De Blasio.
La fecha límite del 13 de septiembre coincide con el inicio de la escuela, y para ese momento el alcalde demócrata espera que todos los alumnos estén en las aulas a tiempo completo.
Los trabajadores de la salud de la ciudad y los empleados en entornos congregados, como hogares grupales, enfrentarán fechas límite más tempranas.
La semana pasada, la ciudad anunció que exigía vacunas o testeos semanales para los trabajadores del sistema hospitalario de la ciudad. De Blasio amplió el requisito e instó a los empleadores privados a adoptar reglas similares.
El alcalde aseguró que no planea volver a imponer el uso de tapabocas en espacios cerrados, tal como hizo el condado de Los Ángeles, aunque destacó que sí se deben usar en algunos entornos como el transporte público.
En cambio indicó que los empleados de Nueva York no vacunados deberán usar tapabocas en el interior en todo momento.
Cuando se le preguntó cómo manejaría la ciudad a los empleados no vacunados que no quieren usar máscaras en el lugar de trabajo, la comisionada de relaciones laborales de la ciudad, Renee Campion, dijo: “Si los empleados se niegan a cumplir, simplemente no pueden estar en el trabajo. Y de hecho, no se les pagará“.
Estados Unidos contabiliza un total de 34,45 millones de contagios de coronavirus y más de 610.900 fallecidos a causa del Covid-19 desde el inicio de la pandemia.
El país es uno de los pocos productores de vacunas por lo que comenzó con un acelerado plan de vacunación desde fines de 2020. Ese ritmo se estancó en parte por la campaña de los anti vacunas.
Aunque Estados Unidos nunca se enfrentó a problemas de escasez del fármaco anti Covid-19, el alto número de personas no vacunadas no responde a la faltante del inmunizante como causal, sino a la reticencia de una gran porcentaje de la población y los movimientos antivacunas.
Sin embargo los estados con mayor receptividad a la vacuna son Nueva York, Vermont, Maine, Massachusets, Connecticut, Nueva Jersey, Mariland, Nueva México y Washington, mientras que los más reticentes son Idaho, Wyoming, Arkansas, Louisiana, Tensessee, Mississipi, Alabama, Georgia y Carolina del Sur.
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