Una canción llamada “Dinosaurios enamorados”, cantada por una niña de tres años, es un éxito en redes.
La pequeña Fenn Rosenthal, de Reino Unido, grabó el tema con la ayuda de su padre, Tom, que es músico.
Tom publicó la grabación en Twitter el martes y hasta la noche del jueves, había alcanzado 4.700.000 reproducciones.
Además, se había compartido más de 48.000 veces y recibido 226.000 “me gusta”.
Más exitosa que su padre
“Pensé que era una buena canción, que era coherente. Es bastante dulce. Pero es cuestión de azar que aprietes un botón y se vuelva viral”, dice Tom.
El padre, de 33 años, cuenta que sus dos hijas suelen entrar a su estudio cuando están un poco aburridas.
“Se les ocurre la letra y, a menudo, la melodía. Simplemente las guío para componer una canción completa”, señala.
Tom ha lanzado cinco álbumes, pero reconoce que la canción que canta su hija ha sido más exitosa que sus propias composiciones.
“Mi éxito siempre ha sido mínimo. Así que estoy feliz de que ella haga lo que quiera. Digamos que es fácil vencerme”, sostiene.
Sin decir adiós
La canción, Dinosaurs In Love (“Dinosaurios enamorados”) describe a unos dinosaurios comiendo gente y participando en una fiesta.
Pero es la parte de la extinción de los reptiles lo que ha conmovido a mucha gente.
“Vino una gran explosión y murieron. Los dinosaurios, los dinosaurios se enamoraron, pero no dijeron adiós”, dice el tema de la niña.
El padre de Fenn dijo que la menor había escrito esa letra y que no le sorprendía que lo hiciera porque había estado preguntando qué pasa cuando la gente muere.
“Es una de esas niñas que habla de ello de manera bastante racional. Habla de la muerte de manera abierta”, asegura.
“Un día estás comiendo fruta y pepinillo y al siguiente estás extinto. Tiempos duros“, escribió un usuario identificado como Joe Perera, en referencia a uno de los versos de la canción.
La profesora Nicola Dibben, musicóloga de la Universidad de Sheffield, Reino Unido, cree que esa es una de las razones que explican el atractivo de la canción.
“Habla de algunas cosas muy profundas, o al menos hace que la gente piense en esas cosas. Es por eso que conmueve tanto“, explica.
La canción dura solo un minuto, pero la profesora Dibben opina que la melodía es otra razón por la que la gente se engancha.
“Están utilizando una estructura similar a una canción pop con la que todos estamos bastante familiarizados”, dice.
La dinámica padre-hija tampoco pasa desapercibida: “Es muy encantadora la forma en que cantan juntos como un pequeño dueto. Su padre la apoya de manera muy agradable”, añade.
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