Con los alumnos de los últimos años de cada ciclo con el objetivo de cerrar los contenidos educativos del año pasado, más los pequeños de primer grado las clases presenciales finalmente volvieron a varias escuelas de nuestro departamento, fundamentalmente a las de la cabecera departamental.
Los protocolos en cada establecimiento son similares, uso obligatorio del barbijo, toma de temperatura, aplicación de alcohol en gel, el distanciamiento social obligatorio y un registro de los alumnos que asisten, los cuáles han sido divididos en grupos para evitar la superpoblación de las aulas y mantener las medidas necesarias.
Desde el gobierno provincial se los ha provisto de un pequeño kit de higiene, que además cuenta con repelente por la problemática del dengue que también preocupa en nuestra provincia. Las jornadas de inicio de semana han sido un vaivén de emociones, no tan solo para los pequeños que después de un año pueden regresar a tomar contacto con sus educadores, sino también para los mismos maestros y autoridades escolares, los cuales a lo largo del 2.020 han tenido que adaptarse al contexto de pandemia y lo que ello trajo aparejado.
Lo que se quiere lograr es afianzar una “presencialidad cuidada”, y para ello será necesario que todos los componentes del sistema educativo cumplan de manera eficiente con su función, desde el Ministerio con la provisión de elementos de limpieza necesarios, hasta los padres quienes deberán también actuar con responsabilidad para que los chicos cumplan con todos los protocolos dispuestos.
Por el momento los alumnos de segundo a sexto grado continuarán con las clases virtuales, y solo la semi-presencialidad será para aquellos que inician o culminan un ciclo educativo.
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