Mendoza: qué declararon los compañeros de los rugbiers franceses acusados de abuso sexual

Los rugbiers franceses tiene prisión domiciliaria

Durante la declaración vía Zoom, dado que ambos se encuentran en Europa, aseguraron que esa noche no escucharon absolutamente nada. Señalaron que, de haber escuchado golpes, gritos o llantos lo habrían informado.

Los jugadores, que declararon no ser amigos de los acusados, sostuvieron que en ese hotel se escuchaban todos los ruidos de las habitaciones continuas pero que aquella noche “no escucharon a ninguna mujer gritando ni llorando, ni golpes extraños, nada de nada”, reprodujo Germán Hnatow, el abogado mendocino de los acusados

“Estoy seguro de que son inocentes porque no puede ser que nadie haya visto o escuchado nada de lo que dice esta mujer que lo acusó”, indicó uno de ellos según informó el Diario UNO.

Ambos testigos indicaron que conocieron a los acusados durante el viaje y que no mantienen una relación de amistad previa que podría llevar a querer defenderlos. Describieron que, durante esas tres semanas que compartieron, los rugbiers imputados parecían “buenos chicos, respetuosos, educados, y buenas personas”.

Hotel Diplomatic de la ciudad de Mendoza

Rafael Cúneo Libarona, abogado de Hugo Auradou y Oscar Jegou, solicitó que se realizara una prueba de acústica en el hotel Diplomatic de Mendoza y que se determine de qué material están hechas las divisiones de las habitaciones, con el fin de comprobar si el sonido se conduce con facilidad.

Hugo Auradou y Oscar Jegou permanecen con prisión domiciliaria, beneficio que les otorgó la fiscalía y por el que tuvieron que pagar una caución de 10 millones entre los dos. La Justicia mantuvo la prohibición de salida del país así como también de acercamiento a la presunta víctima.

Declaró el chofer que trasladó a la denunciante de los rugbiers franceses: qué dijo

El chofer que manejaba el auto en el que se trasladó a la denunciante desde el Hotel Diplomatic de Mendoza hasta su casa declaró ante la Justicia hace 15 días.

Según testificó el conductor de una aplicación, el viaje comenzó a las 8.30 de aquel domingo 7 de julio en el Diplomatic, en calle Belgrano y Sarmiento, de la Ciudad de Mendoza, hasta la casa de la mujer.

El chofer aseguró que no observó “nada fuera de lo común, que fue un viaje “normal” y remarcó que no vio a la mujer golpeada ni lastimada.

Además, al ser consultado acerca de si la pasajera le había manifestado algo referido al presunto ataque, dijo que no lo recordaba.