Con la temporada alta de incendios todavía en curso, el balance provisional de hectáreas quemadas en Europa supera las 660.000 desde enero, un récord a esta altura del año desde que se empezaron a recabar datos por satélite, hace 16 años.
Desde el 1 de enero, los incendios destruyeron 662.776 hectáreas de bosque en toda la Unión Europea, según los datos actualizados este domingo a la agencia AFP por el sistema europeo de información sobre incendios forestales (Effis), que elabora estadísticas comparables desde 2006 gracias a las imágenes satelitales del programa europeo Copernicus.
La zona más golpeada por los incendios es la península ibérica, aunque la situación mejoró en los últimos días con la bajada de las temperaturas.
En España, que sufrió dos grandes olas de calor este verano entre junio y agosto, se quemaron 246.278 hectáreas, principalmente en las regiones de Galicia, la provincia castellana de Zamora (noroeste) y Extremadura.
En Portugal, los bomberos tardaron una semana en controlar un incendio en el parque natural de la Serra da Estrela, reconocido por la Unesco, y donde ardieron 17.000 hectáreas.
Francia conoció años incluso peores en la década de 1970, antes de que se establecieran datos estandarizados a nivel europeo, pero según esas cifras 2022 fue el peor de los últimos 16 años, en gran medida a causa de dos grandes incendios sucesivos en el departamento de Gironda, cerca de Burdeos (suroeste), para el que hicieron falta refuerzos de bomberos alemanes, polacos y austriacos esta semana.
La situación fue igualmente excepcional en Europa central.
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En julio, los bomberos tardaron más de diez días en controlar el mayor incendio de la historia reciente de Eslovenia, con la ayuda de una población movilizada con tal entusiasmo que el gobierno tuvo que pedir a los habitantes que dejaran de hacer donaciones a los bomberos.
A falta de aviones especializados para combatir los incendios, Eslovenia tuvo que pedir ayuda a Croacia, que mandó un avión antes de traerlo de vuelta para apagar sus propios incendios.
En cuanto a superficie quemada, después de España figuran Rumania (150.528 hectáreas), Portugal (75.277 hectáreas) y Francia (61.289 hectáreas).
Si se toma el período estival, “2022 es ya un año récord”, explicó a AFP Jesús San Miguel, coordinador del Effis.
El anterior récord en Europa data de 2017, cuando ardieron 420.913 hectáreas a fecha de 13 de agosto, y 988.087 hectáreas en un año.
“Espero que no tengamos el mes de octubre que tuvimos entonces”, cuando fueron arrasadas 400.000 hectáreas en toda Europa, añade Jesús San Miguel.
Y es que la sequía excepcional que asuela Europa, añadida a las olas de calor, es una fórmula devastadora.
Estas condiciones de sequedad extrema se observaban hasta ahora principalmente en el Mediterráneo, y ahora “es exactamente lo que ha ocurrido en Europa central”, apunta Jesús San Miguel.
En la República Checa, por ejemplo, un incendio devastó más de mil hectáreas, lo que es poco comparado con otros países, y sin embargo 158 veces más importante que la media de 2006-2021 en este país.
En Europa central, las superficies quemadas siguen siendo pequeñas en comparación con las decenas de miles de hectáreas arrasadas en España, Portugal o Francia.
Además de los incendios en Croacia, hubo tres en Eslovenia y cinco en Austria. Aunque el calentamiento climático continuo en el conjunto de Europa amenaza con acentuar la tendencia.
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