A su vez, los investigadores plantearon la hipótesis de un crimen de características mafiosas debido a la relación de las víctimas y los presuntos victimarios con el mundo de la delincuencia y las drogas.
Sin embargo, el hecho adquirió otra dimensión cuando la casa de uno de los cinco detenidos como sospechosos del doble crimen, identificado como Gastón Badilla, fue incendiada intencionalmente el martes pasado a la tarde.
La policía de Tierra del Fuego pidió tranquilidad a la población aunque de inmediato vinculó el incendio con una “represalia” contra Badilla por parte de familiares o allegados de una de las víctimas del doble homicidio.
De hecho, los investigadores ya cuentan con cámaras de seguridad en las que se identifica a un vehículo relacionado al entorno de las personas asesinadas, merodeando la casa antes de que comenzara el fuego.
A raíz de este hecho, el director general de la policía riograndense, comisario Juan Díaz, emitió en las últimas horas la circular 15/22 destinada a todas las comisarías de la jurisdicción en la que dispone “suspenden todas las licencias” y “sumar a la seguridad a las áreas no operativas” para “reforzar y garantizar el orden y la paz social”, según se desprende del documento publicado por medios locales.
En tanto, el juez de instrucción 1 de Río Grande, Daniel Cesari Hernández, a cargo de la investigación del caso, confirmó que los sospechosos (cuatro hombres y una mujer), entre ellos Badilla, quien está internado en el hospital con un balazo en la pierna, permanecerán “incomunicados”.
Todos ellos fueron indagados por el juez y por el fiscal Ariel Pinno, y hasta el momento se negaron a declarar.
Por su parte, las dos personas fallecidas contaban con antecedentes policiales y penales a raíz de hechos producidos en los últimos años, la mayoría robos violentos con armas blancas o de fuego.
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